viernes, 24 de octubre de 2008

Mi edificio preferido


El edificio en el que más tiempo paso es el 306. Allí tengo las clases de una asignatura y voy los fines de semana con mi ordenador para conectarme a internet. Está bastante céntrico dentro del campus y tiene mesas de grupo en las que te puedes sentar tranquilamente con tu portátil y tu café a hacer trabajos con tus compañeros (durante la semana siempre están llenas), a estudiar o a hablar por Skype los domingos, que está completamente vacío...

Tiene dos plantas y está diseñado con un estilo muy "danés": espacios muy abiertos y muchos ventanales. Desde la segunda planta la vista es la siguiente:


Como veis, tenemos también una mesa de billar (gratis) y un futbolín para jugar en los descansos entre clases... es una maravilla!! Al fondo podéis ver las mesas que comentaba; están en las dos plantas, de hecho en la segunda hay también detrás del sitio desde donde hice la foto.

Por si fuera poco, en el edificio también hay una pequeña cafetería llevada por la asociación de estudiantes. Está en un rincón muy agradable y allí puedes comprar desde cafés o tés para despertarte en clase hasta unas hamburguesas deliciosas para comer a mediodía.


Y, por supuesto, están las aulas de clase, que aquí son los "auditoriums". La mía es de las pequeñitas, aunque ello no quita que tenga 4 pizarras!! En la foto no se aprecia bien, pero las dos que se ven se deslizan de arriba a abajo y son idénticas a las otras dos pizarras, que están pegadas a la pared de la puerta (desde donde hice la foto).


No todas las aulas son de este tipo (en cuesta); en otros edificios también las hay como las nuestras.

martes, 21 de octubre de 2008

Danmarks Tekniske Universitet - DTU

Iba a escribir el tan solicitado post acerca de la universidad, completo y con fotos pero, por desgracia, tanto ayer como hoy se me ha olvidado traer la cámara... Para no demorarlo más, hoy voy a escribir una (¿pequeña?) overview y en post sucesivos ya iré contando más detalles y los acompañaré con sus respectivas imágenes.

La DTU es una universidad dedicada principalmente a la ingeniería, como su propio nombre indica. Tiene una gran variedad de titulaciones y muchas asignaturas que pueden cursarse en inglés, por eso acoge a más de 500 exchange students (alumnos erasmus y de máster). Al respecto de eso, aquí en Dinamarca es típico que vengan muchos alumnos a cursar másters porque la matrícula es gratuita. No estoy muy segura de cómo se estructuran los estudios universitarios, pero creo que es algo similar a lo que tendremos (o ya tenemos) nosotros con los grados: unos 3 ó 4 años de "bachelor" y luego 2 de máster. La dificultad de las asignaturas es bastante similar a la de allí y el nivel de los estudiantes es bastante alto. Desde luego, si algo puedo asegurar, es que ésta no es la típica erasmus en la que te aprueban sin hacer nada; aquí hay que trabajar.

En cuanto a las clases (lectures), son de 4 horas seguidas y se estructuran de una forma muy "cuadriculada". Me explico: tienen la semana dividida en 10 bloques, correspondientes a la mañana (de 8 a 12) y a la tarde (de 13 a 17) de cada día. Estos bloques están numerados de la siguiente forma:

_______Lunes____ Martes____ Miércoles____ Jueves____Viernes
8-12 _____1A_______ 3A________5A________2B_______ 4B
13-17____ 2A_______ 4A________5B________1B_______ 3B

Así, si tienes una asinatura de 5 créditos, tendrás clase cada semana 1 sola vez en uno de esos bloques. Si es de 10 créditos (no hay más posibilidades), entonces las clases serían 2 veces por semana en los bloques A y B del número correspondiente. Luego, en la práctica, los profesores no suelen dar siempre las 4 horas seguidas de clase: dan 2 horas de teoría y 1 de problemas en cada sesión o 2 horas de teoría uno de los días y 4 de problemas el otro... Por supuesto, el hueco de 12 a 13 es la hora de comer, lo que, aunque para nosotros es raro, para la mayoría de europeos es más normal que comer a las 15...

Sobre la estructura del campus, decir que es muy grande y con muchos edificios bastante "esparcidos". Se reparten en 4 zonas y están numerados según la zona y la lejanía con respecto al centro. Así, el 101 es el principal (sería como la plaza mayor) y es donde se encuentra la cafetería, la biblioteca, el gimnasio... Y uno de los más alejados sería, por ejemplo, el 349 (no es que haya 49 edificios en la zona 3, la verdad es que la numeración es extraña).

Aunque parezca que he contado muchas cosas, todavía quedan muchas más: exámenes, profesores, aulas, semestres... así que sólo resta decir: CONTINUARÁ...

domingo, 19 de octubre de 2008

No hay tregua

Desde que llegué a Dinamarca he tenido que ir resolviendo un (pequeño) problema detrás de otro: que si todo el papeleo con la ori, las desgracias de mi alojamiento (como no tener agua caliente), el abrir una cuenta bancaria danesa... parecía que no iba a acabarse nunca!

Pues bien, por fin había llegado la tranquilidad: llevaba casi dos semanas en las que podía preocuparme simplemente de la rutina diaria y de estudiar... Pero ya se sabe que lo bueno dura poco. Hace dos días mi bici decidió que no me iba a dejar dar más pedales y aquí estoy, compuesta y sin bici! Probablemente sea una tontería y mañana me la arreglen o, si no, en el peor de los casos, la solución sea comprarme una de segunda mano.

Ya sé que parece que me ahogo en un vaso de agua, pero es que esto hizo que me viniera a la cabeza la pregunta: "¿¿Siempre va a ser así??... ¿No va a haber tregua en esto de tener que ir solucionando problemas?" Y la respuesta, por dura que parezca, es "Sí, es así. No hay tregua. Bienvenido al mundo de los adultos"... Duele crecer, tener que enfrentarse a cosas que antes ni se te ocurría que existieran. Duele salir del mundo de los "buenos" y "malos" y ver que hay infinitos colores entre el blanco y el negro...

Ahora entiendo que irse de Erasmus es como dar un paso de gigante en el camino de "hacerse mayor", por eso es bueno que existan "Legolandias" a los que ir y por un día olvidarse del hecho de que el tiempo pasa y nunca vuelve atrás...

sábado, 18 de octubre de 2008

Autumn break

Esta semana que está terminando hemos tenido las vacaciones otoñales que afectan a toda Dinamarca y en las que la gente aprovecha para viajar por los alrededores o visitar sitios como el Tívoli, que abre sus puertas disfrazado de Halloween precisamente sólo esta semana.

Estas vacaciones se conocen aquí como "la semana de la patata" porque antiguamente era el periodo en que familias enteras se dedicaban a la recogida de este tubérculo tan utilizado en nuestra cocina. Hoy en día ha perdido todo su significado pero, como pasa con todas las festividades, cualquier excusa es buena para no trabajar... Al final españoles y daneses vamos a ser más parecidos de lo que creíamos ;)

Y ya que estamos hablando del otoño, aprovecho para mencionar que aquí es precioso. Como hay tanta vegetación, todas las calles están llenas de distintas tonalidades: amarillos, rojos, verdes... A pesar de que hace cada vez más frío, mi calle es ahora mucho más cálida que cuando llegué:

jueves, 16 de octubre de 2008

Legolandia

Como estamos de vacaciones (ya lo explicaré), ayer aprovechamos para ir a visitar el parque de atracciones de Lego, que se encuentra en Billund, una ciudad situada en la península danesa. Para ir desde Copenhague hay que atravesar dos islas y el viaje en total (tren y autobús) lleva algo más de 3 horas. Así pues, ir y venir en el día es un poco paliza, pero merece totalmente la pena.

"Legoland" está diseñado especialmente para los niños, incluso para los más pequeños, pero, al igual que ocurre con muchos otros juguetes, yo creo que son los padres los que más disfrutan...
En este parque, la ambientación es lo más importante y está cuidado hasta el más mínimo detalle. Es increíble. Desde el momento en que entramos, estuve emocionándome con cada cosa que veía. Entre Marta y yo sacamos unas 400 fotos y grabamos unos 5 vídeos!!! El problema es que, en ninguno de ellos, se puede apreciar realmente lo currado que está todo...

Por un lado, hay muchas figuras "grandes" de personajes tan variopintos como buzos, robots, guerreros con su armadura, niños jugando, indios, piratas, vaqueros, cocineros, bomberos, brujas... No puedo poner todas las fotos, así que he seleccionado una con un turista:


También hay un montón de animales, edificios o esculturas importantes como La Casa Blanca, la Estatua de la Libertad o el Acrópolis, una calavera gigante... Todo ello, por supuesto, hecho con miles y miles de piezas de Lego:

Por otro lado, hay reproducciones "pequeñas" (tamaño de una maqueta) de diferentes sitios (puertos, estaciones de tren, aeropuertos...) o calles importantes de ciudades danesas. A mí quizás fueron las que más me impresionaron porque es realmente increíble lo cuidados que están todos los detalles. Desde poner gente en bicicleta por las calles, hasta gente con sus carros en el supermercado, aviones, trenes, coches, barcos y camiones que se van moviendo, máquinas expendedoras, gente casándose en una iglesia... Todo hecho con figuritas y piezas como las de las "arquitecturas" a las que jugábamos de pequeños...

Ésta es "Nyhavn" (el nuevo puerto), quizás la calle más bonita de Copenhague. La pena es que con palabras y fotos no puedo expresar la ilusión que hace ver construida con piezas de Lego una calle por la que tú has paseado y comprobando, además, que cada terraza de bar, cada barco o cada letrero son una copia perfecta de los reales.

lunes, 13 de octubre de 2008

Finde turístico

Este fin de semana han venido de visita las amigas de Marta: Graciela y María. Ha sido un fin de semana intenso, en el que hemos hecho un montón de cosas...

El viernes fuimos al Lyngby Storcenter y a la DTU, en la que había fiesta en varios edificios y un montón de gente disfrazada... Un chico danés nos contó que lo que se suele hacer en esta fiesta es coger un carro de la compra, llenarlo de cervezas y recorrer con él los distintos edificios. Lo que no sabemos es por qué se disfrazan... Yo creo que es independiente de la fiesta que sea: en Dinamarca te encuentras gente joven disfrazada casi cada fin de semana por la noche... costumbres de cada sitio!!

Nosotras fuimos al "Cellar Bar", que está en el edificio central, y nos tomamos la bebida del día: "Lysvaerg" (o algo así). Estaba muy rica.



El sábado visitamos Copenhague siguiendo los famosos "puntos rojos" del mapa y terminamos la jornada en el Tívoli, un parque temático/de atracciones en el centro de la ciudad. La decoración estaba ambientada en Halloween, con calabazas malvadas y brujas por todos lados... Todo muy muy chulo.



La verdad es que es un sitio precioso, porque el hecho de estar en el centro de la capital danesa hace que tenga un estilo clásico, distinto a cualquier otro parque de atracciones. Después de eso fuimos al "Icebar", el famoso bar de hielo, de obligada visita en Copenhague (hay 4 ó 5 en el mundo).

El domingo decidimos cambiar de país y acercarnos a visitar un par de ciudades situadas cerca del puente que une Dinamarca con Suecia. Por la mañana vimos Malmö, que está justo al pasar el puente, y en la que hay una famosa torre "retorcida". El centro de la ciudad es agradable y tiene alguna plaza bonita, pero no es nada comparada con la otra ciudad que visitamos: Lund. Lund es una ciudad universitaria, con muchos edificios muy pintorescos y muchos estilos distintos, todo muy colorido. Lo que más nos gustó fue la biblioteca:

viernes, 10 de octubre de 2008

No es oro todo lo que reluce...

Al principio de llegar aquí, estaba encantada con lo educados que son los daneses: no tiran papeles al suelo, no cruzan la calle si el semáforo está en rojo, los cuartos de baño están súper limpios incluso en los bares...

Pero luego te das cuenta de que el trato personal es mucho menos cercano que al que nosotros estamos acostumbrados. No sé si tendrá que ver con el clima, pero aquí son mucho más fríos... No saludan ni contestan a tus saludos al entrar en los sitios, no dan las gracias cuando les sujetas la puerta (bueno, en España tampoco mucho) y, no sé, en general se percibe más esa distancia entre la gente, no hay tanta calidez en el trato.

Lo que más me ha molestado y que me llevó a escribir esto, fue cómo me trataron el otro día en el supermercado. A pesar de la época en la que vivimos y de que yo tenía mi recién estrenada tarjeta de crédito danesa y también la española, no podía pagar con ninguna. Como yo eso de antemano no lo sabía, no llevaba dinero suelto, y me vi en la cola intentando explicarlo todo y pidiendo perdón a la cajera, que me miraba con cara de pocos amigos. Tuvieron que apartar mi compra mientras yo iba a por dinero a un cajero, pero no fueron más de 5 minutos. Cuando por fin pagué, a la cajera le faltó escupirme. Si las miradas matasen, yo hoy no estaría escribiendo este post... Puede que sólo fuera una persona en un momento concreto, pero no estoy acostumbrada a que me traten así en ninguna tienda de España.

jueves, 9 de octubre de 2008

Sightseeing in Copenhagen

Después de llevar un mes en tierras danesas, Marta y yo decidimos que ya era hora de hacer una visita turística por el centro de Copenhague. Como vivimos en un pueblo del norte, no habíamos vuelto a ir a la ciudad desde la semana introductoria... Así que el lunes, aprovechando que era un día bastante soleado, cogimos nuestros mapas y nuestras cámaras de fotos y, sin tener nada preparado, nos lanzamos a la "aventura".

Cogimos el tren en la estación de Lyngby a las 16:00 y durante el camino cogimos el mapa para ver en qué estación bajarnos y qué recorrido hacer. Estábamos tranquilamente hablando y buscando en el mapa, cuando una mujer del mismo vagón se nos acercó diciendo: "No me quería involucrar, porque me tengo que bajar en la siguiente parada pero, chicas, os he visto tan perdidas que no lo he podido evitar..." Nos dijo que llevaba viviendo aquí 10 años y nos dio instrucciones sobre las visitas que debíamos hacer. Fue muy gracioso, cada vez que lo recordamos nos entra la risa...

Habíamos pensado bajarnos en la estación central siguiendo las indicaciones del mapa, pero ya que estábamos "tan perdidas" decidimos hacerle caso a la mujer y bajarnos en Østeport, la estación más cercana a la famosa Sirenita. Por supuesto, ésa era una visita obligada:


Todo hay que decirlo, la "Little Mermaid" decepciona un poco. Es pequeñita y, desde mi punto de vista, hay muchas otras cosas en la ciudad mucho más bonitas, pero bueno, como es lo más típico, no podía faltar la foto.

Continuamos nuestra excursión siguiendo los "puntos rojos" de nuestro mapa turístico y quedamos maravilladas con la ciudad. Es acogedora, cálida (los colores, el tiempo no, por supuesto), en cada calle por la que pasas merece la pena ir deteniendo la vista en los distintos edificios... Hicimos muchas fotos de calles que nos parecieron bonitas, alguna que otra iglesia, una fuente, una antigua universidad transformada en biblioteca...

Sin duda, el mejor momento de la tarde llegó cuando decidimos hacer un descanso y tomarnos algo en una cafetería muy mona que nos encontramos. El sitio era muy bohemio, con mesas bajas y sillones tipo Starbucks, pero con más personalidad. Tenía una zona decorada con un cierto estilo marroquí y había un rincón donde la gente se sentaba tranquilamente a tomarse un café en compañía de un buen libro. El ambiente era encantador, pero no se queda ahí la cosa... Decidimos tomarnos la especialidad de la casa: un chocolate caliente que mmmm, madre mía! Pero no sólo eso, una tarta de chocolate con más chocolate y chocolate por encima... lo único que acertamos a decir cuando la probamos fue: "voy a llorar de lo buena que está..." (frase mítica de Taoufik)


Acabamos llenísimas, pero no importa, lo cierto es que ambas somos unas adictas al chocolate...

Al salir del café ya era de noche y lo único que hicimos fue ir hasta la estación central para volvernos a casa. De camino pasamos por la plaza del ayuntamiento y por la que parece ser la calle principal de Copenhague. De día no llama especialmente la atención, pero de noche la iluminación, con los carteles publicitarios y con detalles como un termómetro en la esquina de un edificio, le da mucho color y vida.


La verdad es que fue una tarde inmejorable. Al final va a ser cierto eso de que los planes improvisados son los que mejor salen...

domingo, 5 de octubre de 2008

Flatmates

Creo que, después del tiempo que llevo aquí, ya va siendo hora de que hable un poco de mis compañeros de piso... Y es que, en menos de un mes, he tenido 6 distintos!

Cuando llegué en agosto sólo conocí a uno: Koenraad, un chico belga que tenía una beca de verano para hacer unas prácticas en la universidad (la misma que yo, DTU) y en una empresa. Es el que me regaló la bici porque volvía para su tierra el 15 de septiembre.

Luego, cuando volví de hacer los exámenes de septiembre, conocí a los que eran mis otros dos compañeros en aquel momento: Sandra y Milan.

Sandra es una chica catalana que tiene una beca en Microsoft y que lleva aquí 6 meses! No sé si será porque es española o porque es una chica, pero es con la que mejor me llevo y con la que tengo más confianza. Es un encanto de mujer que me ha ayudado mucho en mis comienzos en Dinamarca y a quien puedo recurrir cuando necesite consejos sobre la vida en estas tierras...

Milan es serbio y también tiene una beca en Microsoft como Sandra. Él llevaba en la casa 9 meses cuando le conocí (no sé cómo aguantó!) y la verdad es que ya estaba bastante harto... (aquí es un problema detrás de otro). Es un tío muy majo y con un buen sentido del humor.

Estos dos se fueron a un piso en Copenhague hace ya dos semanas y ayer me invitaron a cenar (qué rico todo!). Tengo que decir que no me extraña que se mudaran porque su nuevo piso es una maravilla en comparación con esta casa y está en una calle con vida!! Sales y te encuentras con un edificio detrás de otro, con tiendas, supermercados, paradas de autobús... en fin, lo que te encontrarías en una calle normal de cualquier ciudad.

Ahora pasamos a los nuevos: Robert, Kuba y Kamir (espero que los nombres estén bien escritos...); los tres llegaron a principios de esta semana. Yo estaba algo nerviosa antes de conocerlos, con miedo a encontrarme con unos tíos guarros y pasotas... pero cuando les vi, con esas caras de buenas personas, supe que no iba a tener ningún problema.

Robert y Kuba son polacos, estudian teleco como yo y también están en la DTU con una beca erasmus. Ambos son educados, bastante limpios y muy estudiosos. Con Robert tengo más relación porque va a mi clase y es con el que más he hablado desde que llegaron.

Kamir es turco, tiene una beca también en Microsoft y viene de estudiar en Stuttgart (Alemania). También he hablado bastante con él esta semana, sobre todo de la diferencia entre la comida de aquí y en nuestros países... (aquí no sabe a nada!)

La verdad es que estoy bastante contenta con todos ellos. Menos a Koenraad, a los demás todavía tengo la oportunidad de conocerlos mejor y, quién sabe, a lo mejor acabo teniendo amigos repartidos por toda Europa!

jueves, 2 de octubre de 2008

Primera "gran" incursión culinaria

El sábado pasado Marta tenía una cena con los de su grupo de la introduction week y quería llevar nuestra típica tortilla de patatas. Como ni ella ni yo habíamos hecho antes ninguna, decidimos quedar y ver si entre las dos conseguíamos llevar a cabo tal "proeza".

Armadas con los cuchillos de mi casa que, todo hay que decirlo, cortan fatal, pelamos y picamos las patatas y las cebollas para después freírlas en mi sartén de 4€. Hasta ahí, todo bien. Parecía que, después de todo, no era tan difícil como nosotras pensábamos...


Pero llegamos al momento de la verdad (aquí es importante el hecho de que mi sartén costase sólo 4€) y no hubo forma de darle la vuelta porque se quedaba pegada... Lo intentamos 3 veces, gastamos unos 10 huevos, pero nada, no somos unas verdaderas españolas... Al final Marta tuvo que presentarse con un revuelto, pero lo importante es que ese revuelto gustó!

En nuestro favor hay que decir que no somos unas inútiles, porque la cena del viernes y la comida del sábado que nos preparamos estaban buenísimas. De hecho, si les pones el nombre apropiado, puede que suene incluso a haute - cuisine... ;)

- Cena del viernes: Muslitos de pollo sobre un lecho de cebolla caramelizada bañados con salsa de foie

(más que "bañados" están "inundados", pero eso no suena tan bien, jeje)

- Comida del sábado: Judías verdes al gusto tradicional con salsa de tomate y queso suave



(hay que ver que soy enreda...!)

miércoles, 1 de octubre de 2008

Move your body!

El viernes pasado organizaron unas jornadas en la "Student-house" de la universidad (una especie de bar para estudiantes) en las que nos mostraban las distintas actividades "extraescolares" que ofrecen. Tienen de casi todo lo que os podáis imaginar: grupos de cocina, baile, juegos de rol, juegos de cartas, canto, malabares, moteros... Todos muy atractivos, la verdad.

Estas actividades son una buena forma de conocer daneses (porque en las clases sueles estar siempre con otros erasmus) y me parecía que debía aprovechar la oportunidad. Sé que, de todos los grupos, el menos exótico es el de baile, pero no lo puedo evitar, es lo que más me apasiona, así que decidí informarme de los cursos.

Entre los de principiantes, el de funk/hip-hop y el de salsa me parecieron los más atractivos y los más fáciles de seguir, porque aquí ya llevan un mes de clases!! Me dijeron que podía ir a una clase a ver qué tal se me daban y ya decidir, así que allí me presenté lunes y martes a probar...

Me lo pasé bomba en ambos!! El lunes, en funk/hip-hop, el profesor muy salao y los pasos muy chulos. Me felicitó por lo rápido que seguía el ritmo para ser mi primer día!! (es que me encanta)
Me gustó mucho, la verdad, pero nada en comparación con salsa.

En salsa los pasos no me llaman tanto la atención porque es algo que conozco mejor, pero en la clase hay mucha más gente, se baila en pareja y rotando y te ríes muchísimo porque nadie se aclara y acabas haciendo los pasos a destiempo y chocándote. Fui con Marta y, para ser nuestro primer día, lo hicimos bastante bien. Lo más curioso es que el nombre de los pasos es español y nosotras éramos las únicas que lo entendíamos!! Con algunos nombres sirve para algo porque son coherentes, como "vuelta" o "dame una" (cambio de pareja); con otros, da igual entenderlos porque nadie sabe muy bien qué tienen que ver con los pasos: "di que no", "setenta y uno" o "cuba". En los descansos la gente venía a preguntarnos el significado y era bastante divertido tratar de explicárselo.

No sé si podré apuntarme finalmente a alguno (hay que estudiar), pero sólo el haber ido a una clase ya ha merecido la pena!!