sábado, 18 de septiembre de 2010

Expectativas

No conozco un monstruo más terrible. Tan feliz como pueden hacerte en ciertos momentos, tanto pueden hundirte en el fango en otros... Pero sigo cayendo en sus redes. Una y otra vez me digo a mí misma que dejaré de esperar, que las cosas buenas llegarán, que tengo que mirar el lado positivo... A veces se vuelve muy complicado.

¿Creo firmemente que siempre hay un lado positivo? Sí. Creo que en cualquier momento de nuestras vidas vamos a encontrar motivos tanto para alegrarnos como para entristecernos. Tienen que coexistir, es como una balanza, el ying y el yang. La cuestión es que nuestra perspectiva no es siempre la misma y a veces es más fácil inclinarse hacia un lado...

Hay días que siento que estoy jugando al escondite con el "lado positivo". Suelo ser optimista, pero la contraparte de ser soñadora y vivir en las nubes es que cuando te caes, te pegas un buen batacazo. Es injusto que tengas que reparar en todas las cosas buenas que tienes cuando lo que quieres es ahogarte en lágrimas... Siempre queremos lo que no tenemos.

Claro, la gente te dice: -"¿tú de qué te quejas? tienes todo lo que podrías desear..."- Y aun así, no tengo lo que deseo con más fuerza que cualquier otra cosa en el mundo. Hay momentos en los que nada más importa. Aunque tengas motivos de sobra para estar dando saltos, es imposible verlos.

Si creyera en algún dios no podría evitar preguntarle: -"¿por qué? ¿por qué te empeñas en darme premios que no te he pedido y me niegas el que tanto llevo esperando?¿y por qué no dejas de ponerme la miel en los labios...?"-.

Pero en fin, después de cada nueva caída, viene una nueva remontada y, con ella, el volver a vivir soñando y a tener expectativas... ¿se cumplirán algún día? Probablemente no. Porque siempre habrá más. Soy inconformista y exigente por naturaleza, pero eso no es necesariamente malo. Tener expectativas algunas veces puede traducirse en intentar mejorar y superarse a uno mismo... "Si no puedes vencerlos, únete a ellos".

4 comentarios:

neanderthal dijo...

Puede que siempre haya un lado positivo y otro negativo en cada situación, en cada momento.
Lo triste es que el lado negativo se suele ver mucho más que el positivo, se hace notar más, quizá sea porque causa dolor. Lo malo es que con el paso del tiempo van predominando cada vez más los lados negativos.
A veces, aunque estás rodeada de gente, de tu gente, tú te sientes sola, sientes la más absoluta soledad… simplemente porque no está quien tú quisieras que estuviese.
Sigue soñando, sigue estando en las nubes cuando lo desees, tu mente preparara una buena cama elástica para que cuando llegue el batacazo simplemente rebotes y vuelvas a soñar.

Arann' dijo...

¡Vaya! Parece que escribas mi historia, Irene. Yo también soy una soñadora inconformista y normalmente yo y el pesimismo no hacemos buenas migas. Claro que, el día que nos juntamos, no hay quién nos separe.
Creo que lo bueno de esos batacazos es que siempre se aprende algo nuevo que hace que el siguiente golpe duela menos.

Veo que estamos las dos muy ocupadas con nuestros "queridos" estudios. Si te dejan un ratito, pásate por el blog, ¡Ah! Y si te apetece leer algún relato, he creado un blog nuevo en el que subo algún texto de vez en cuando http://relatandomilhistorias.blogspot.com
Un beso

Mr. Wonderful dijo...

Hija mía, con la piel tan divina que tienes ¿Para qué fijarte en las cicatrices?

María dijo...

supongo leyendo este texto cada uno lo llevaremos a nuestras experiencias y lo interpretaremos de un modo distinto..
a mi me lleva a interpretarlo como sentimientos que me carcomen una y mil veces igualmente,
y entonces me viene a la mente esta canción tan buena de Fito y Fitipaldis:

http://www.goear.com/listen/b583e6f/antes-de-que-cuente-10-fito-y-fitipaldis

"¿No ves que siempre vas detrás
cuando persigues al destino?"

un abrazo enorme Irene!!