lunes, 12 de octubre de 2009

Angustia

A veces no sé quién soy. No sé si es normal, si le pasa a todo el mundo, o si soy un bicho raro que le da 100.000 vueltas más a la cabeza que el resto de la gente... Lo que sí sé es que hay días que una especie de angustia me oprime el pecho hasta tal punto que me cuesta respirar y muchas veces no sé ni por qué... No sé qué es lo que me preocupa, ni por qué tienen que preocuparme tantas cosas. A veces me gustaría ser menos complicada, poder entenderme a mí misma, sentirme comprendida por los demás y superar el muro que siento que me rodea...

Parezco extrovertida, con facilidad para las relaciones, pero os aseguro que todos los misterios que entrañan las ecuaciones para otros, los suponen para mí las personas... No es fácil. Para mí no. Entre mis cualidades innatas no destaca la seguridad en mí misma... Muchas veces no sé ni por qué mis amigos me siguen queriendo. Siento que a veces la inercia es lo único que les mantiene cerca. Es difícil no saber cuál es tu papel, perder todo aquello que fuiste, sentir que ya nadie te admira, que a nadie le pareces la persona más especial del mundo...

Probablemente la culpa es mía, soy yo la que percibe así las cosas y en realidad la gente me tiene cariño y soy yo la que no sabe apreciarlo... Pero no puedo evitar sentir que no hay nadie a quien realmente le cambiaría la vida si yo no estuviera; todos tienen a alguien más, a "ese alguien" a quien siempre vas a contarle las cosas que te pasan. Yo lo tuve (o creí tenerlo), pero ya no. Ahora tengo un poquito de muchos, pero yo quiero "un mucho" de unos poquitos...

Hay errores que cambian tu vida. Todos hemos hecho cosas de las que no nos sentimos orgullosos, pero eso no nos convierte en malas personas, sino simplemente en personas.

4 comentarios:

María dijo...

Es que no siempre podemos estar arriba de la montaña rusa de los sentimientos!
A mi también me pasa eso, y con más frecuencia de lo que me gustaría, y creo que en eso nos parecemos, y es que vivimos todo con tantísima intensidad que los momentos buenos son tan súmamente maravillosos que nos enamoramos de la vida y del vivir sintiéndonos plenas; pero en los malos... ay los malos... en los malos estamos por los suelos sintiéndonos mierdas que no pintan nada en el mundo, que no sirven para nada ni para nadie, que da igual estar o no estar... el vacío, el vacío absoluto, una tristeza asquerosa que se pega a la piel y no te permite sentir la cantidad de cosas buenas que tienes, porque tu razón si las ve, pero lo que importa es que tu alma las sienta, y ese maldito vacío no te permite sentirlas.
¿Cómo evitar esos sentimientos? Yo también quisiera saberlo, porque cuando no estás en ellos es muy fácil ver la teoría y parece muy fácil el aplicarla, pero no es tan fácil cuando estos aparecen. A veces pienso que es necesario estar triste de vez en cuando, entonces, para compensar esa felicidad absoluta que sentimos en otras ocasiones, aparece esta tristeza tan grande. No lo sé. Espero sólo dudes de lo súmamente extrovertida que eres en esos momentos de bajón, cuando todo esta negro, porque realmente lo eres, no es que lo parezcas, es solo que el estado de felicidad no es permanente.
Dices que no destaca en tí la seguridad en ti misma, yo también digo de mi lo mismo muchas veces, pero hay una frase que dice "uno es lo que cree ser", y es cierto. Yo sí te veo como una persona segura de ti misma, de hecho no creo que una persona insegura hubiera llegado a una de las finales (no recuerdo si la final completa) de aquello de ¿GMV? (No sé, aquel concurso que nos encontramos en el metro y me contaste) ni a tantas cosas! no sé cómo explicarlo, pero al menos yo desde fuera te veo como una persona la mar de segura de sí misma y admirable, muy admirable!
¿Inercia? Irene!! te perdono porque debiste escribir esto en el momento, que sino.. ay..
No esperes a que admiren ni a que te vean como alguien especial y única, no lo esperes, simplemente siéntelo!! SIÉNTELO porque así es! Porque eres una persona increíble Irene, porque derrochas bondad, simpatía, positividad, aspiraciones, ansias de saber y aprender y no de ser una persona que se estanca, sino que siempre tratas de ir más allá. Eres una persona amable, que se preocupa por la gente, entusiasta, expontánea, cariñosa, cercana... Irene! si es que podría gastarme las yemas de los dedos escribiendo tus cualidades!!
Efectivamente, como tu dices, la culpa es tuya. Hay una frase de Ramón Campayo que dice "Si me siento mal es porque algo estoy haciendo mal". Y tú estás enfocandolo mal porque estás de bajón :)
Y los errores para aprender de ellos! Como tu dices, nos hacen personas.
Un beso enorme Irene!!!
Y a subir arriba y atascar la montaña rusa de los sentimientos cuando estemos en la cumbre!! :)
Muuuuuuuuua!!

Irene dijo...

Muchísimas gracias María!! me encanta cómo escribes y cómo has conseguido expresarlo, pq me siento completamente identificada. Me sorprende que me conozcas tan bien, me hace muchísima ilusión!
Sé que soy una cursi y una sentimental, pero me has hecho llorar, jeje (sólo un poquito...) ERES UN SOL!!

Yo creo q me tienes sobrevalorada, en serio, yo no me veo tan mal como el día que escribí el post (fue un momento de bajón, tienes razón) pero sí que reconozco que tengo muchos defectos: soy mandona, cabezota, tengo mucho genio... por no hablar de los cambios de personalidad: como tú dices, un día estoy en lo alto de la montaña y otro día estoy hundida en el fondo de un pozo...

Con lo de ser extrovertida, lo q quería expresar es q aunque a la gente le parezca q para nosotros las relaciones son fáciles pq hablamos con todo el mundo, no sé a ti, pero a mí me parecen tan difíciles como a cualquiera... El acercarme a hablar con todos no es algo q me saliera innato, pero por cómo ha sido mi vida, he tenido entrenamiento (me mudé varias veces). Aun así, para mí lo difícil no es empezar una relación, sino más bien mantenerla (en eso no tengo entrenamiento :-/), pero supongo q esto no es algo q sólo me pase a mí, al fin y al cabo cada persona es un mundo y muchas veces es difícil saber cómo hacer para mantenerlos a tu lado...

Anónimo dijo...

Hombre veo que recuperaste el blog!! Me alegro mucho! No se si te interesa mi valoración pero creo que la conciencia de la propia inseguridad es un paso necesario para romper el muro que te separa del exterior.. en cuanto a mantener las amistades, para eso sólo hace falta interesarse por la gente no?¿ Me interesa mucho lo que dices de que necesitas sentirte admirada, identificas admirada con querida verdad? Espero que encuentres un ratito para echarle un vistazo a mi blog por cierto, que todavía no te has dignado! jajja
Un besoo

Afrodita dijo...

leo tu artículo y pienso que eso mismo me sucede a mí; María dice que también a veces le ocurre a ella. Creo que es algo que va con el ser humano, o más exactamente con las mujeres. A los hombres parece que les pasa menos.
Creo que es algo con lo que hay que vivir y que no hay solución ni recetas; creo también que la culpa no es de nadie, nadie es culpable de desconocer las claves para comprender a los otros. Otra cosa que creo (al hilo de cómo hablas con gratitud de tus amigos)es que no merece la pena forzarse por, tan sólo, hacerse querer o sentirse querido.
Todo el mundo busca (creo que soy bastante escéptica) su parcela de protagonismo, y cuando los amigos dicen "querer" muchas veces la palabra sólo está significando que se sienten halagados, envanecidos de que se les necesite.Una forma, en definitiva, de enmascarar que a lo mejor son ellos, disfrazados de fortaleza, los que están necesitando al débil para autoensalzarse.
Bueno, parece que mi opinión acerca de la amistad no es muy, lo que se dice muy reconfortante.